Crea hábitos saludables con tus hijos

Es el comienzo de un nuevo año, y aunque los dos últimos años han sido duros para muchas familias por diversas razones, considera el mes de enero como un buen momento para introducir hábitos saludables en tu rutina familiar. Nuestro mundo, que siempre está en marcha, incluyendo las redes sociales, nuestro entorno laboral y todo lo demás, nos dice constantemente que debemos ser perfectos; sin embargo, si tú, como padre, comprendes el buen equilibrio de los hábitos y el establecimiento de expectativas y lo fomentas en tu hijo, ellos también comprenderán que los hábitos son vitales para nuestro bienestar emocional y mental, en lugar de buscar la perfección y la aprobación de la sociedad.

Tú eres el ejemplo

Como padres, nos enfrentamos a muchos retos, desde lidiar con el estrés en el trabajo hasta asegurarnos de que la cena está lista, pasando por el tiempo de juego, la escuela, las compras, el tiempo en familia, el tiempo individual, etc., pero a menudo podemos perder el equilibrio para nosotros mismos. E independientemente de la situación en la que nos encontremos, es importante tener en cuenta que nuestros hijos observan constantemente (y escuchan) cómo hacemos las cosas como padres. Somos sus modelos de conducta, especialmente en la primera década de sus vidas.

Todas estas tareas y deberes en nuestras vidas pueden ser a veces complicadas para nosotros como padres, así que imagina el impacto en los niños. Cosas sencillas, como las cosas no tan buenas que comemos o la exageración de la rutina de la cultura del fitness, imponen a nuestros hijos percepciones que pueden hacerles oscilar de un modo u otro sobre ellos mismos. Lo mismo ocurre con cosas como "rendirse" cuando se fracasa en algo. ¿Modelas eso, o les muestras que en el fracaso hay una oportunidad para crecer?

No hay ningún padre perfecto, a pesar de lo que a veces pueda parecerte. Todos luchamos, y mucho más, por modelar nuestro comportamiento para que sea positivo día a día para nuestros hijos. No pasa nada por sentirse abrumado a veces o incluso estresado. Forma parte de la naturaleza humana. Lo que importa es cómo afrontamos estas cosas en nuestra propia vida para que se traduzca en un mensaje positivo para nuestros hijos. Tenemos que ser más conscientes de cómo manejamos las cosas, las situaciones y los momentos, y aprender a convertirnos en ejemplos conscientes del bien en todos los ámbitos de la vida de nuestros hijos, y eso en sí mismo no es una tarea fácil.

Sólo tienes que saber que, de nuevo, todo el mundo falla a veces y eso está bien. Como padres, somos el modelo a seguir, y crear hábitos saludables y equilibrados es lo que necesitan nuestros hijos. Aquí tienes algunas ideas para ayudarte, para ayudar a tu hijo a cultivar una visión positiva de sí mismo y de su entorno en lo que respecta a los hábitos.

Fomentar un entorno familiar positivo

Hoy en día, el mundo ha cambiado drásticamente en comparación con hace una década. Siempre está en marcha, siempre nos inunda de información. Incluso ahora, con/después de la pandemia, ya que la cultura del trabajo se ha trasladado a nuestro hogar, muchas empresas con culturas poco saludables estresan a los empleados por el tema del equilibrio entre el trabajo y la vida privada. Sin embargo, todo es un esfuerzo consciente cuando se trata de crear hábitos saludables.

Reservar un tiempo de atención exclusiva

Mira tu calendario y todas las cosas que tienes que hacer día tras día, y fija de verdad un tiempo de atención exclusiva para tus hijos. Diles que esos 30 minutos u horas (o el lapso de tiempo que tengas, cada día) les pertenecen; cada día, crea ese hábito. Hay varias formas de hacerlo, tanto si tienes un solo hijo como si tienes varios. Puedes hacerlo junto a tu pareja o de forma individual; sin embargo, si es individual, ambos padres deben reservar el mismo tiempo para cada niño. Puede ser simplemente sentarse a su lado mientras juegan con los Legos o colorean y observarles mientras lo hacen. Tu presencia y el hecho de que tu hijo sepa que te importa infunden confianza. Así que averigua qué es lo que mejor funciona en tu casa.

Tu teléfono móvil debe estar guardado

Crea el hábito de guardar el móvil. La mayoría de los padres están pegados a sus teléfonos, ya sea desplazándose por las redes sociales, leyendo las noticias, escribiendo correos electrónicos relacionados con el trabajo o enviando mensajes de texto, o simplemente estando al teléfono durante horas. Los niños lo notan. Asegúrate de apartar estrictamente tu teléfono, independientemente del entorno. Tal vez sea el tiempo entre la cena y el momento de irse a la cama. Ya sea un tiempo de juego o de lectura para todos, o hacer algo de deporte al aire libre, cenar y hablar del día. Crea el hábito de evitar el teléfono a toda costa. Esto envía la señal de que, aunque la tecnología es importante, no es el centro de atención en tu casa.

Haz lo que quieras,

¿Qué dices?

Sí, es importante reservar un tiempo para ti, y aunque quizá sea por las noches, cuando las cosas se han calmado, o por las mañanas, deberías crear el hábito de hacer algo para ti, en el que tus hijos sepan conscientemente que es algo que haces para ti. Ya sea para el crecimiento personal, como leer un libro o hacer algo de ejercicio físico. Hablamos de hacer cosas juntos en familia, pero también es importante que los niños aprendan la independencia y que todos necesitamos momentos de zen personal. Esto demuestra que poner límites está bien, también cuando crecen. Como padres, tenemos que aprender a nutrirnos a nosotros mismos también, ya sea nuestra salud mental y la lectura, hacer algo de yoga o incluso simplemente tomarnos 20 minutos para ver un programa en la televisión. Se trata de cómo transmitir el mensaje a tus hijos sobre lo que estás haciendo ahora. No se trata de ser egoísta, sino de establecer algo para uno mismo que, como individuo, consideres importante.

Tiempo de los padres

Esta es una cuestión difícil para muchos padres. Puede ser que no tengas a nadie cerca que te ayude, o tal vez una niñera sea demasiado cara regularmente; sin embargo, sea cual sea la razón, si tienes una relación, es importante que saques un momento del mes y muestres a tus hijos que papá y mamá van a tener una "noche de cita". Transmite el mensaje de que se cuidan mutuamente en una relación. También puede ser dejar a los niños con los abuelos, o decirles que juntos veréis una película esta noche después de que se vayan a la cama. Si habéis transmitido el mensaje de que como padres os tomáis tiempo para disfrutar el uno del otro. Crear ese hábito inculcará el cuidado y la compasión por tu hijo, aunque no lo notes.

En el lado negativo, si los dejas demasiado a menudo en casa de tus padres, pueden acabar preguntándose por qué sus padres hacen tanto por ellos en lugar de con o para ellos. Es una línea que hay que pisar con precaución, dependiendo de varias circunstancias.

La rutina de la mañana

Al igual que los adultos necesitan empezar bien la mañana, los niños necesitan lo mismo. Empezar el día con un corazón agradecido y un espíritu atento permite a tu hijo afrontar el día con una mentalidad positiva y abierta. Sea cual sea tu rutina matutina, crea un hábito de ciertos elementos: por ejemplo, leer una o dos páginas de un cuento mientras desayunas. O escuchar algo en otro idioma. Posiblemente para tu familia sea algo más espiritual como la oración. Sea cual sea ese hábito, asegúrate de que tus hijos lo entienden y están de acuerdo con él, no porque tú lo quieras, sino porque entienden el por qué. La elección debe ser suya.

Habla con tus hijos y hazles preguntas

Uno de los mejores momentos, si estáis juntos en familia, es quizás por la noche en la cena o juntos en el salón. Debe ser en un momento en el que todos podáis miraros a los ojos, sin distracciones, sin teléfonos, ni televisión, ni nada, y todos prestando atención a los demás. Pregunta a tus hijos sobre su día. ¿Qué pasa en el jardín de infancia o en la escuela? ¿Qué piensan sobre ciertos temas? ¿Cómo se sienten? ¡Demuestra que te interesa! Convierte esto en un hábito diario, ya que los niños sacarán una gran cantidad de positividad de esto al saber que pueden hablar de una variedad de cosas, incluyendo sus sentimientos, y expresarse en consecuencia.

Lo importante es tener en cuenta a la hora de enseñar hábitos saludables

La sociedad es defectuosa en muchos aspectos. Pero ése no es el objetivo de este post. Sin embargo, si puedes enseñar a tu hijo a crear hábitos saludables en los que esas cosas se conviertan en su fuente de alegría, paz y esperanza, entonces, cuando crezca, puedes estar seguro de que los valores y principios que aprendió de niño harán que el mundo sea mucho mejor.

No obstante, ten en cuenta que los hábitos alentadores comienzan con nosotros como padres. Caminamos junto a nuestros hijos en su viaje por la vida. No dictamos en ese sentido, mientras crecen en su aprendizaje de las habilidades físicas de la vida o de las emocionales. También hay que tener cuidado de no transmitir el mensaje de perfeccionismo a través de los hábitos. Como en todas las cosas, lo importante es el equilibrio entre todo ello. Como padre, sé el espacio seguro de tu hijo en cualquier escenario. Si eres demasiado extremista en un lado o en el otro, puedes hacer que tu hijo se convierta en pequeños actores perfectos o que finalmente intente alejarse de ti lo máximo posible. Como padres, es nuestra responsabilidad enseñar, guiar y alimentar a nuestros hijos y sus hábitos.

Ideas para los buenos hábitos

  • Escribe un diario - para niños mayores que han aprendido a leer y a acertar para enseñarles a procesar sus pensamientos y a reflexionar.
  • Tareas - Desde el principio, dales tareas como limpiar ciertos juguetes o ayudar a guardar las cosas para enseñarles responsabilidad.
  • Límites de tiempo de pantalla - es más fácil decirlo que hacerlo en el mundo actual, sin embargo, establece límites y controles parentales desde temprano para enseñar disciplina.
  • Ejercicio o actividad diaria - ya sea siguiendo el yoga en youtube o dando un paseo en bicicleta en familia para pasar tiempo en la naturaleza. Enséñales a convertir en un hábito diario las actividades y el ejercicio físico para que aprendan sobre la salud y los vínculos.
  • Crear un programa - Siéntate y haz un resumen de quién hace qué al día siguiente para enseñarles la gestión del tiempo y la estructura. Recuerda que no se trata de la perfección diaria.
  • Comer juntos - les enseña a establecer vínculos, a hablar y a apreciar los momentos en familia.
  • Tiempo de descanso - Los niños necesitan aprender a desconectar tanto como los adultos. Enséñales a entender los límites y a centrarse en sí mismos.

Estas son sólo algunas ideas de cosas que puedes hacer. Son bastante sencillas, pero fomentar hábitos saludables desde una edad temprana, sin buscar la perfección ni la aprobación de nadie, ayudará a tu hijo a desarrollar habilidades para la vida.

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